La ONU observa sobre “las cooperativas que son reconocidas como asociaciones y empresas a través de las cuales los ciudadanos pueden mejorar sus vidas de manera efectiva mientras contribuyen al avance económico, social, cultural y político de su comunidad”.
El 23 de diciembre de 1994, la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), por medio de la resolución 49/155, invitó a los gobiernos, organizaciones internacionales, organismos especializados y organizaciones cooperativas nacionales e internacionales a celebrar el primer sábado de julio de cada año, el Día Internacional de las Cooperativas, reconociendo las como un factor indispensable para el desarrollo económico y social de un país.
Desde el surgimiento del Cooperativismo un largo camino se ha transitado, mientras los grandes centros del capital concentrado han estimulado el individualismo, la meritocracia y la exclusión social.
Los valores del cooperativismo muestran en contraste más que nunca el lado inhumano de ese modelo de ganadores y perdedores que nos propone este capitalismo en su fase más caníbal, que se profundiza con la crisis mundial y la pandemia.
Esto hace visible la necesidad de la equidad, la solidaridad y la ayuda mutua, que son principios destacados del cooperativismo.
Poniendo en primer lugar la batalla cultural, para instalar valores éticos y morales que privilegien esos valores, de la cooperación en todas su expresiones.