A 34 años de la denominada masacre de Budge, donde personal policial asesinó a tres jóvenes, generando una respuesta popular iniciada por les vecines, que culmino después de años y luchas para que se hiciera justicia con la condena de los autores.

Patricia Romero Díaz dio inicio de la jornada recordando algunos de los hechos que sentaron un hito en la lucha por la eliminación de la violencia institucional. Como fueron los casos de Miguel Bru, Andrea Viera, Luciano Arruga, Ezequiel Demonty, Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, Facundo Ferreira, Lucas Verón, Facundo Astudillo Castro, y la masacre de Monte.

Continuó con la palabra el Secretario de Derechos Humanos de la Nación Horacio Pietragalla, quien expresó que, antes de las condenas contra los delitos cometidos durante la última dictadura militar se agravó la impunidad, cosa que se logró revertir con los gobiernos populares, al punto de existir más de mil condenados por delitos de lesa humanidad. Debemos seguir en un camino de avance contra los abusos de las fuerzas de seguridad, para lo cual Argentina tiene que estar unida contra la violencia institucional.

Estuvieron presentes en el conversatorio, la Comisión Ejecutiva provincial de la CTA y del SUTEBA, Secretaries Generales y de DDHH de toda la provincia de ambas organizaciones, organizaciones sociales, de DDHH y territoriales, y concejales del Movimiento Mayo y el Frente de Todos.

María Reigada, Senadora Provincial y Secretaria de Derechos Humanos de la Central en la Provincia de Buenos Aires, saludó la presencia de los Secretarios de Derechos humanos Nacional y Provincial resaltando que ambos siempre militaron por la memoria de sus padres, lo que para nosotres es una definición muy importante. Y que esa violencia que hay que erradicar siempre está apuntada contra les pobres y les jóvenes en particular.

Matías Moreno, Subsecretario de DDHH de la Provincia de buenos Aires, felicitó el encuentro, resaltando el rol de la Central y Suteba que siempre han sido una referencia en esta lucha y con el compromiso por Memoria, Verdad y Justicia, desarrollando un amplio proyecto de enfrentar esa violencia, aclarando que la forma debe ser mirándola a los ojos, lo que se muestra con la multiplicación de denuncias durante su gestión, las que eran ocultadas y desalentadas en el gobierno anterior. Resaltando la importancia de la formación en derechos humanos y una fuerte regulación de las fuerzas de seguridad.

Mauro Picoli, Secretario de Juventud de la CTA Provincia de Buenos Aires resaltó la organización de les jóvenes para combatir la violencia institucional, principal foco de esos delitos, agregando la importancia de la visualización de la violencia contra colectivos como el de travesti-trans y de las trabajadoras sexuales.

Hugo Yasky, Secretario General de la CTA Nacional, señaló la relación entre la violencia y la desigualdad, refiriendo que es un problema internacional que los sectores ricos cada vez más ricos, cuando ven amenazadas sus riquezas, no solo materiales sino también simbólicas, profundizan la violencia represiva, y cuentan con el Poder Judicial para custodiar esa desigualdad, convirtiéndose en un gobierno paralelo que no es elegido por el pueblo.
Podemos estar orgulloses porque nuestra lucha es reconocida y distintiva en el mundo, poniéndole un nombre y día a la lucha contra la violencia institucional, como así también a la fecha que recuerda el golpe de estado, fechas que en otros países no se rememoran además de una conciencia que hace que el 24 de marzo nos movilicemos todos los años.
Roberto Baradel, Secretario General de la CTA de les trabajadores de la provincia de Buenos Aires y de SUTEBA, cerró la jornada resaltando que la violencia institucional está vinculada al terrorismo de estado, con la intervención en la desaparición de Felipe Vallese, de un comisario luego participante en la dictadura y el asesinato de Dalmiro Flores en una movilización de trabajadores en plena dictadura militar. Por lo que esto se supera con más y mayor unidad, como expresara el presidente Néstor Kirchner cuando se votaba la nulidad de las leyes de impunidad y bajaba el cuadro de Videla de la casa de gobierno “no le tenemos miedo”, esa mayor unidad debe garantizar avanzar en los derechos y la eliminación de la violencia institucional y garantizar un “nunca más” para gobiernos neoliberales que generan un retroceso y mayor represión para los sectores populares.

El neoliberalismo necesita de la violencia institucional para contener el enojo que generan sus políticas económicas, y nosotres no lo podemos permitir. Argentina tiene que estar unida contra la violencia institucional.