No solo nos encontramos atravesando la pandemia del COVID-19, también la pandemia de la avaricia y el afán desmesurado de riquezas de les más poderoses de la tierra. No es casual que hoy vivamos una etapa de concentración en unas pocas manos como nunca antes en la historia.

La explotación sin límites ha generado hacinamiento, superpoblación en grandes urbes y villas urbanas, pobreza, falta de sistemas de salud, contaminación ambiental, destrucción del suelo y los ecosistemas.

Les grandes especuladores, fugadores, extractivistas, que desde la producción a la comercialización hacen que los alimentos tengan precios a los que no puede acceder el pueblo, les endeudadores y ajustadores, son quienes han ocasionado los factores que hacen que esta pandemia resulte una amenaza para la humanidad.

De esta situación saldremos entre todes, y solo podremos salir mejores. Para eso hay que empezar a redistribuir, la crisis deben pagarla les responsables.

Impuesto a las grandes fortunas y Reforma Tributaria.