Las trabajadoras y los trabajadores de la Argentina enfrentamos al mismo tiempo los datos que confirman el recrudecimiento de la pandemia y el aumento de la pobreza a niveles alarmantes según el último informe del INDEC. Tenemos en claro que esto último obedece a dos causas. Por un lado, es consecuencia de la parálisis de la economía a la que obligó la primera fase de la pandemia y, por otro, es producto del desastre económico dejado por los cuatro años del Gobierno de Macri que hicieron que los ricos terminaran siendo más ricos y los pobres más pobres.

A pesar de que la amenaza de esta segunda ola nos pone frente a un escenario de incertidumbre, tenemos una certeza: sólo saldremos de este cráter con una sostenida recuperación de los salarios que incentive la demanda interna. El otro camino, el que proponen los ajustadores seriales, nos llevaría a resignarnos a una Argentina para pocos, a una economía reprimarizada y gobernada por la especulación financiera en la cual el 50 por ciento de la población, sencilla y salvajemente, sobraría.
Necesitamos salir de la crisis con un proyecto de producción consumo interno y generación de empleo. Para ello, el gobierno debe ser capaz de sostener la dirección que se fue definiendo a partir de medidas como la decisión de destinar más recursos para políticas sociales y la obra pública, la prohibición de despidos, la sanción de la Ley del Aporte Solidario a las grandes fortunas y la reciente modificación del impuesto a las Ganancias.
En este contexto de una crisis pandémica descomunal que puede llegar a adquirir dimensiones de catástrofe social como las que vemos hoy en el Brasil de Bolsonaro, resulta inadmisible el oportunismo y la actitud especulativa de sus émulos locales de Juntos por el Cambio que, movidos por un mezquino cálculo electoralista, apuestan a la obstrucción y al fracaso de las medidas que toma el gobierno.
Esto se potencia con la cotidiana acción destructiva de grandes grupos mediáticos, cuyos dueños pertenecen a ese círculo reducido de poderosos intereses económicos que fueron los grandes ganadores del macrismo.
Esas minorías que ganaron con las tarifas dolarizadas, las exportaciones sin retenciones, el endeudamiento externo y la fuga de capitales son las que ahora forman parte de un asedio corporativo que pretende condicionar y desgastar al gobierno. Son los mandantes del elenco político de Juntos por el Cambio cuya tarea es oponerse a todo e, incluso, boicotear las medidas que para evitar la proliferación de los contagios se están tomando en medio del recrudecimiento de la pandemia. En contraste con esta actitud antisocial, no podemos dejar de mencionar el sacrificio y la entrega con que trabajadoras y trabajadores de la salud, la mayoría con salarios deplorables, luchan denodadamente para salvar vidas en esa línea de combate en que se han convertidos los hospitales y centros sanitarios. Vaya también el homenaje a las mujeres y a los hombres de nuestra clase trabajadora que perdieron la vida, asumiendo la responsabilidad de garantizar desde su puesto de trabajo las tareas esenciales para que la actividad del conjunto de la sociedad no colapsara.
Para recuperarnos de la pandemia sanitaria y de la destrucción neoliberal, no se puede pedir sacrificios a quienes ya no tienen margen para hacerlo, los trabajadores y los desocupados. Es hora de que quienes han ganado con la crisis, los formadores de precios, los que van a la justicia para no pagar el aporte solidario de las grandes fortunas, los que siguen apostando a la especulación con el dólar para propiciar corridas cambiarias y devaluaciones que castigarían aún más a nuestro pueblo, desistan de estas conductas egoístas. El movimiento sindical debe buscar aliados en aquellos sectores del empresariado Pyme, los pequeños y medianos productores del agro y el movimiento cooperativo para construir una alianza social que tenga como objetivo recuperar el empleo y la producción nacional en el marco de una política que fomente el desarrollo de las economías regionales.
Estamos ante el momento preciso para que el gobierno reafirme de manera clara el rumbo de las políticas sociales y las medidas económicas para superar esta crisis sin cortar, como lo han hecho siempre los sectores dominantes, el hilo por lo más delgado. Pero es necesario señalar que la construcción de un modelo económico productivo debe sustentarse en la recuperación de resortes estratégicos de nuestra soberanía nacional. Sin ello, todo lo que se haga terminará siendo efímero.
En ese sentido, siguen estando como asignaturas pendientes la renacionalización de las redes fluviales y la recuperación del control sobre el sistema portuario, entre otras.
El movimiento sindical debe asumir la responsabilidad histórica de ser parte de una gran convocatoria para que las distintas expresiones del campo popular se involucren en esta disputa en la que, en un año electoral atípico, se juega la continuidad de lo que con tanto esfuerzo logramos al derrotar al macrismo en las calles y, después, en las urnas.

MESA NACIONAL
Y SECRETARIOS GENERALES DE LAS CTA PROVINCIALES

RESOLUCIONES:

- Adherir a la Jornada de movilización global en el Día Mundial de la Salud en reclamo de acceso universal e inmediato a las vacunas para todas aquellas personas que las necesiten. Esta propuesta es impulsada por la Confederación Sindical de las Américas y una importante cantidad de centrales sindicales del mundo.

- Sumarnos a la propuesta de la CEPAL para que se garantice una Canasta Digital de bajo costo reafirmando el acceso a la conectividad como parte de los derechos ciudadanos, aún más en este contexto de pandemia. Un avance en este sentido, es el decreto del Gobierno que declara a Internet como servicio de interés público. La desautorización de los aumentos de la tarifa de internet dispuestos de manera unilateral por parte de FIBERTEL, empresa del Grupo Clarín es una medida que debemos apoyar.

- Apoyar el impulso que desde el gobierno nacional se está dando a la obra pública y reclamar que se le sume un plan extraordinario de inversiones para detener el avance de la desocupación y empezar a recuperar los cientos de miles de puestos de trabajo perdidos.

- Desarrollar con inversión pública un programa de generación de empleo convocando a las pequeñas y medianas empresas, al cooperativismo y a los pequeños productores del agro a ser parte de una etapa de reindustrialización y producción dirigida al mercado interno y a la agregación de valor a las exportaciones de la que participen las economías regionales.

- Respaldar las medidas dispuestas por las autoridades nacionales para que las grandes empresas del sector alimenticio y otras vinculadas al consumo popular deban informar acerca de su producción, stock y ventas a fin de detectar y sancionar abusos en la cadena de formación de precios. Es necesario que el gobierno despliegue estas y otras medidas que impidan la remarcación de precios por parte de los sectores monopólicos cuyas prácticas abusivas encarecen la canasta alimenticia de los sectores populares y se apropian de las conquistas salariales logradas en paritarias.

- Impulsar desde nuestras organizaciones campañas de denuncias contra las prácticas abusivas de los formadores de precios y exigir sanciones enérgicas a las conductas especulativas de estos oligopolios.

- Fortalecer a las Pymes y Cooperativas que son las principales generadoras de empleo en la Argentina con programas estatales destinados a proyectos que incorporen innovación, tecnología y capacitación a través de aportes no reembolsables, créditos a tasas muy blandas y tarifas diferenciales
- Continuar el trabajo de articulación con los sectores antes mencionados en el Espacio Producción y Trabajo que venimos llevando adelante junto a la Corriente Sindical Federal de la CGT. Como parte de esto, impulsar la constitución de este Espacio en todas las provincias del país.
- Respaldar la postura de las autoridades nacionales frente al FMI para lograr la extensión de los plazos y la reducción de los intereses de la deuda contraída por el gobierno de Cambiemos. Es inaceptable cualquier esquemas de pagos que imponga condiciones a nuestro país que impidan contar con los recursos fiscales para la reactivación económica que pueda sacarnos del estancamiento y la pobreza.
- Apoyar activamente la continuidad y la profundización de la investigación bicameral y de las eventuales acciones judiciales sobre los responsables del mecanismo de toma de deuda y fuga de capitales y también sobre las personas físicas y empresas que se beneficiaron con la misma.
- Demandar en el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil, que se reunirá el 27 de abril, un aumento del salario mínimo, el seguro de desempleo y las asignaciones familiares y subsidios a la economía social que permitan recuperar el poder adquisitivo perdido a lo largo de los últimos años.
- Reclamar a los gobiernos de aquellas provincias donde no existen espacios de diálogo y participación de las organizaciones sindicales y sociales la apertura de los mismos.
- Promover, acompañar y fortalecer una Política Integral de Cuidados que reconozca su valor para el sostenimiento de la vida, que redistribuya de forma justa y que reduzca la carga de trabajo no remunerado que pesa sobre la mayoría de las mujeres trabajadoras. La inversión en Infraestructura social en materia de cuidados es fundamental en un programa pos pandemia.
- Establecimiento y cumplimiento efectivo de una política de inclusión y cupo laboral travesti-trans en todos los sectores del empleo público y privado. Incorporación de esta política en la negociación colectiva sectorial.

- Instrumentación del Convenio 190 y la Recomendación 206 de OIT contra la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, a través de una legislación nacional específica.

- La CTA de les Trabajadores reafirma su compromiso en la lucha contra las exclusiones, la desigualdad y la violencia por razones de género contra mujeres y personas LGBTI+, y en particular su determinación de llevar adelante el proceso de la Ley Micaela en el ámbito Sindical.

Ante el contexto de pandemia de COVID19, proponemos avanzar con:
• Impulsar la ley para creación de los comités mixtos de seguridad e higiene
• Declarar el COVID19 enfermedad profesional
• Estudiar alternativas de reducción de la jornada laboral que en nuestro país todavía continúa siendo una de las más extensas del mundo
• La extensión de práctica del teletrabajo a todo tipo de actividad pública o privada en que sea posible
• Poner en marcha un sistema de compensaciones y subsidios con fondos públicos para los sectores que por su condición de vulnerabilidad social son los más afectados por la pandemia y mantener el IFE, el REPRO o ATP y su equivalente para los trabajadores cooperativos (hoy Linea 1)
• Suspender temporalmente de la presencialidad escolar y restringir la circulación general de personas, tal como se ha hecho en la región del AMBA, en aquellos lugares en los que se registre un aumento exponencial de los casos