Entre les investigades también incluían a políticos y políticas de la oposición, medios de comunicación y hasta funcionaries policiales, justamente imputando a un comisario espiado, Guillermo Berra, que fue titular de asuntos internos de la Policía Bonaerense. Berra reconoce que esa información era requerida por el Ministro Ritondo y el procurador general, Julio Conte Grand, que a su vez informaban a la gobernadora.
En el caso de Baradel, se han investigado sus movimientos económicos, sus viajes y hasta se ha realizado un amplio espionaje sobre su familia, llegando inclusive a recibir una serie de amenazas. A su vez, esos datos eran enviados a programas de diferentes medios de comunicación, para hostigar al dirigente docente.
Este sistema de espionaje, extorsión y amenazas en la provincia de Buenos Aires, funcionaba en paralelo al montado a nivel nacional, que terminaba en el presidente Mauricio Macri.
UN LAMENTABLE COMUNICADO
Las autoridades de los partidos Pro, UCR y CC, que conforman Juntos por el Cambio, publicaron un escrito echando sombras y generando suspicacia, incluso dictaminando la “Extrema gravedad institucional” del lamentable asesinato de Fabián Gutierrez.
Pese a los dichos del Juez interviniente, que expresó que “no tiene el móvil político dentro de la hipótesis que está trabajando” sino que, en base a los sobrados elementos de la causa, se trataría de una extorsión económica por parte de una relación que mantenía con uno de los acusados que derivó en ese luctuoso hecho.
Las autoridades de los partidos que integran Juntos por el Cambio, también solicitan el paso de la causa a la Justicia Federal.
En todos estos casos se mantiene como línea de acción la falta de reglas democráticas y la utilización del espionaje, los medios y la justicia para perseguir y neutralizar a sus adversaries.
Les trabajadores denunciamos el espionaje, los aprietes y la extorsión llevados a cabo por el gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, completados por el sistema de Inteligencia en forma orgánica e inorgánica, sectores de la Justicia y medios de comunicación adeptos.
Repudiamos que estos sectores, no resignados a su amplia derrota electoral, intenten recuperar protagonismo político y atacar al gobierno inventando especulaciones sobre un doloroso asesinato vinculado a la vida privada de la víctima, mostrando un nivel de miseria y oportunismo incompatibles con la democracia.
No vamos a tolerar la degradación de la democracia, la utilización miserable de una muerte, por los mismos que hicieron de la persecución su principal herramienta política.