Cientos de miles de familias no pueden resolver su plato de comida, su acceso a la escuela, el techo que los cobije (o el pedazo de tierra para construirlo), el medicamento o la posibilidad de prender la cocina cuando tienen con que llenar la olla.
Ante esta realidad que se hace palpable en la mayor cantidad de los que viven en situación de calle, o los que buscan un mango vendiendo algo y exponiéndose a la represión de la policía, en la creciente asistencia a los comedores escolares, comunitarios o en las iglesias, el gobierno mira para otro lado.
El gobierno provincial, que en mayo de 2017, se había comprometido a generar 3 reuniones con áreas del estado para generar trabajo (construcción de viviendas, limpieza y saneamiento de arroyos y reciclado con cartoneros) no sólo no logró armar estas reuniones sino que además, no llega a los barrios con ninguna solución.
El gobierno nacional, desde su Ministerio de Desarrollo, sólo mantiene algunos de los programas del gobierno anterior, cuando hay mayores problemas sociales.
Por ejemplo, ante el inicio de clases, entregaron al Frente Barrial de CTA que incluye a más de 20 organizaciones establecidas sobretodo en el conurbano y principales ciudades (todas superando el 10% de desocupación y el 35% de pobreza) la impresionante cantidad de 260 guardapolvos. Sólo un ejemplo del destrato que reciben las organizaciones que hacen la tarea que el Estado no realiza.
Esta respuesta que se repite ante inundaciones, el hambre que crece la falta de trabajo, el hundimiento de las economías locales, etc, nos pone en la obligación de salir a la calle a impulsar un plan de lucha que discuta con la sociedad el derecho que tienen los trabajadores que no tienen convenio laboral.
Bajo la consigna de Poner en marcha la Paritaria Social y con la idea que se establezca un plan de pequeñas obras públicas barriales, se inicie un extenso programa nacional de construcción de viviendas, se ponga en acción un millón de lotes con servicios, se apruebe una tarifa social en todos los servicios para cada familia que tenga ingresos por debajo de la línea de pobreza y se apoye con acciones concretas la actividad productiva de cooperativas.
El Frente Barrial de CTA se encuentra en debate en cada barrio, merendero y unidad productiva para salir a la calle por nuestros derechos y, salvo que se produzcan cambios importantes, en pocos días se anunciará un Plan de lucha, con el que esperamos confluir con otros sectores
