Pocas veces se ha puesto de manifiesto tan gráficamente el cinismo de quienes dicen ser defensores de la vida.

El sábado 28 de noviembre se llevó adelante en distintos puntos del país la caravana ProVida, para evidenciar el rechazo a la presentación del proyecto de Ley que podría legalizar la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) en respuesta a la presentación de los proyectos de legalización del aborto y el plan de los mil días fueron enviados al Congreso para su tratamiento. “Es responsabilidad del Estado cuidar la vida y la salud de quienes deciden interrumpir su embarazo”, expresó el Presidente Alberto Fernández al dar el anuncio.

Un falcon verde se paseó por las calles de Tandil durante la manifestación y caravana que organizaron grupos pro vida de esa ciudad de la provincia de Buenos Aires. El ícono de la muerte de la dictadura llevaba la consigna “Sí a la vida”, pintada de color celeste en una de las puertas laterales del vehículo. No es una contradicción. Es apología del odio, la violencia y el terrorismo de Estado. Es la reivindicación del genocidio, la tortura, la violencia sexual, los partos inhumanos en los centros clandestinos, el robo de identidad de cientos de niños y niñas recién nacidos

Marchar bajo la consigna de defender la vida con un Falcon verde merece el repudio absoluto de quienes estamos a favor del derecho a la IVE y también quiénes dicen “defender las dos vidas” porque somos un país que ha construido Memoria, Verdad, Justicia, Identidad y ha dicho y dirá Nunca Mas al terrorismo de Estado.

Desde la CTA Pcia de Buenos Aires repudiamos el hecho y abrazamos a las Madres, Abuelas, H.I.J.O.S en su lucha y en este momento de consternación por tamaña provocación
Decimos Sí a la vida con salud, trabajo, educación, justicia, respeto, libertad y sin violencias.