La iniciativa encabezada por Hugo Yasky junto a otres diputades, se hizo efectiva en esta ley, que se debatía en varias latitudes y que fue incorporada en diferentes países incluso grandes potencias mundiales.
Con la convicción de que estamos viviendo una situación de emergencia, y que quienes se siguen beneficiando y ampliando aún más la brecha de desigualdad como nunca antes, deben hacer su aporte solidario a toda la comunidad.
El destino de estos aportes ya se encuentra establecido por la ley y corresponde a:
Un 20% (que equivale a unos 45 mil millones) para equipamiento médico, de protección y vacunas, para enfrentar la pandemia.
Otro 20% como subsidio para micro, pequeñas y medianas empresas, para sostener, el empleo, la producción y los salarios de les trabajadores.
Un 20% a las becas Progresar, para estudiantes, a fin de darle continuidad a sus estudios.
Un 15% para mejoras de salud y habitacionales para los barrios populares, a través del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU).
Un 25% para financiar un programa de exploración, desarrollo y producción de gas natural, de necesidad estratégica en nuestro país.
Este debe ser un primer paso, hacia una profunda Reforma Tributaria, para construir una sociedad con mayor justicia social, distribución, igualdad y sustentabilidad.
No hay futuro colectivo si se profundiza la violencia del individualismo.