Todos los testimonios, incluidos los de los tres sobrevivientes, señalan a los policías porteños que, en el barrio de Barracas, asesinaron a sangre fría, al mejor estilo de la tenebrosa doctrina Chocobar reivindicada por Patricia Bullrich, a un pibe indefenso que no había cometido ningún otro delito que ser eso, un pibe que venía de jugar al fútbol con sus compañeros.
No le dieron tiempo a nada, ni siquiera a decir que era inocente. Un pistoletazo a la cabeza y el juicio sumario del salvajismo policial se cobró una nueva víctima. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la única, la verdadera inseguridad, se origina en los desmanes de la fuerza pública que debiera velar por la tranquilidad de todas y todos los ciudadanos.
La CTA de les Trabajadores, al tiempo que hace llegar públicamente su solidaridad y condolencias a la familia de Lucas González, exige que el Jefe de Gobierno y la Justicia apuren todas las responsabilidades de los implicados, directos e indirectos, y procedan al juicio y castigo de estos asesinos de uniforme.
Carlos Girotti
Secretario de Comunicación
Hugo Yasky
Secretario General