El Congreso tiene lugar cada cuatro años y en esta oportunidad por primera vez se lleva adelante de forma virtual. Contará a lo largo de los cuatro días con intervenciones de referentes políticos de la región y la presencia de líderes del sindicalismo de las Américas y de diversas regiones del mundo.
La CTA se hizo presente, siendo parte de la segunda jornada el Secretario General de la CTA Nacional, Hugo Yasky, nuestro Secretario General y Secretario de Relaciones Internacionales, Roberto Baradel y Yamile Socolovsky.
A continuación, compartimos fragmentos de sus intervenciones:
Hugo Yasky. Discurso en CSA (Audio incompleto)
… los movimientos populares, los partidos populares y el poder concentrado, el poder fáctico, de los grandes multimedios y de la clase dominante.
Por eso, ayer, cuando lo escuchamos hablar a Alberto Fernández, nuestro Presidente, sentíamos orgullo, el mismo que me imagino sentirían ustedes cuando hablaba Lula en un congreso sindical.
Tenemos que recuperar el papel del sindicalismo -y paso a otro eje- como núcleo convocante de una alianza social muy grande, porque necesitamos la unidad del campo popular. Con la necesaria amplitud como para construir en los nuevos tiempos, en base a resistencias sociales pero también a batallas políticas que tendremos que dar y que tendremos que ganar.
Quien les habla es diputado en el Parlamento Nacional en representación del Frente de Todos, la fuerza que hoy gobierna la Argentina. Hemos votado el impuesto a las grandes fortunas personales, otro de los ejes. Estamos discutiendo la ley para que se construyan los Comités Mixtos de Seguridad e Higiene, para que los delegados de los trabajadores, en los lugares de trabajo, tengan el derecho por ley de discutir las condiciones de salud en este momento de pandemia.
Estamos apoyando la necesidad de que se resuelva el tema de las vacunas. Ayer en mi país se fabricaron las primeras 20 mil vacunas de Sputnik V que van a permitir que desde América Latina se pueda expandir y dar alguna respuesta y creemos que es necesario avanzar mucho más.
Compartimos la necesidad que hemos planteado el 7 de abril y que nos tocó también en la Cepal, encontrar una solución para que las vacunas sean patrimonio de quienes las necesitan.
Creo que es clave en todo lo que planteamos la defensa de la democracia. La clase dominante, el poder fáctico, los grandes grupos financieros y el mismo imperialismo, es decir, la Casa Blanca, demostraron una vez más que el desprecio por la democracia sigue siendo el mismo que tenían en la época del Plan Cóndor. Fueron parte del movimiento que los desplazó a Lugo, a Zelaya de sus gobiernos; después arremetieron en Brasil contra Dilma; después utilizando a la justicia y a los grandes medios, hicieron lo mismo en la Argentina.
Roberto Baradel
En primer lugar quiero felicitar al Consejo Ejecutivo de la CSA y felicitar y agradecerles el esfuerzo a todos los funcionarios, funcionarias, trabajadoras, trabajadores, por realizar este encuentro. Para nosotros es muy importante y hay que destacarlo.
En segundo lugar quiero recordar y rendirle un homenaje a Kjeld Jacobsen, a Joao Felicio y a Gustavo Codas, sin ninguna duda hombres íntegros, militantes sindicales, que defendieron toda su vida a la clase trabajadora y que, por supuesto, son parte del pasado, del presente y del futuro de esta Confederación Sindical de las Américas.
Estamos en una situación muy compleja, lo sabemos todos lo que estamos viviendo con el tema de la pandemia que vino a profundizar otras calamidades que estábamos sufriendo los trabajadores, las trabajadoras y los pueblos en el mundo.
El neoliberalismo, el sistema capitalista tal como está planteado en el mundo, ha generado exclusión, desigualdad, pobreza, miseria y muerte. Por supuesto que esta pandemia vino a agravar estas condiciones, sumando más muertes, más desigualdad, más exclusión, más pobreza, más miseria. Por eso creo que debemos tener absolutamente claro aquellas cuestiones, como movimiento sindical por un lado, pero construyendo las alianzas sociales y políticas necesarias para llevar adelante, reclamar y para poder salir de esta situación.
Desde ya que el tema de la suspensión de las patentes es crucial y varias centrales sindicales de Europa, América, Asia, África, la CSA, la CSI, nos hemos expresado por la suspensión de las mismas con respecto al tema de la vacunación, porque la vacuna tiene que ser un bien público y tiene que llegar al conjunto de la población, pero paralelamente a esto tenemos que exigir un impuesto a las grandes fortunas en cada uno de los países. Lo está planteando la ONU, el secretario general de la ONU. Lo tenemos que llevar adelante, es fundamental. No puede ser que con esta pandemia los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.
Un salario universal que establezca una protección social. Hay un tema en el que debemos levantar claramente la voz: tenemos que decir basta de femicidios. Hay que tener en cuenta el trabajo de las mujeres en América y en todo el mundo. Es fundamental que levantemos la voz en ese sentido. Por supuesto también debemos lograr que haya plataformas públicas, internet libre y dispositivos tecnológicos para cada uno de los chicos y de las chicas que vayan a las escuelas para poder afrontar en otras condiciones esta pandemia.
Sin ninguna duda, el papel que viene jugando la Confederación Sindical de las Américas es central en la articulación en unidad, en el fortalecimiento de las organizaciones sindicales, en la construcción de alianzas sociales que nos permitan transformar social, política y económicamente las condiciones que hoy estamos teniendo. He escuchado al secretario general de la CSA en cada foro internacional denunciando el bloqueo a Cuba, los intentos de golpes en Venezuela, planteando que tiene que haber un Estado presente, denunciando el lawfare, lo que ha sucedido en Brasil, los asesinatos en Colombia, lo que pasa en Honduras, en Guatemala, lo que sucedió en Estados Unidos, donde afortunadamente se ha condenado a los autores del crimen de Floyd; en contra del racismo, en contra de la discriminación y en contra de la desigualdad.
Ese es el camino que debemos continuar. Estoy convencido de que si uno pensara qué central necesitamos para construir fortaleza de la clase trabajadora y unidad en los pueblos, indudablemente pensaría en la Confederación Sindical de las Américas.
¡Fuerza compañeras, compañeros! Estamos en un momento complejo pero con organización, unidad y lucha lo vamos a superar.
Yamile Socolovsky
Es una alegría y un orgullo poder hacer uso de la palabra y participar de este congreso tan importante para la clase trabajadora organizada de nuestra región. Es un orgullo también participar en un congreso que tiene más de un 50% de delegadas compañeras. Quiero decir que celebramos eso y que la tarea no está concluida.
Quiero referirme a dos temas incorporados en el documento que se presentó al debate. En primer lugar la cuestión de género. Para nosotras es fundamental reivindicar la presencia de las compañeras, la presencia sindical en el movimiento feminista popular que se desarrolla desde hace varios años con muchísima fuerza, especialmente en América Latina. En particular en Argentina, quiero destacar cómo la participación sindical en ese movimiento feminista popular nos ha dado protagonismo en un momento fundamental de la lucha de la resistencia del pueblo argentino y nos ha permitido avanzar en contextos muy dificultosos y lograr avances para las compañeras, para el conjunto de las trabajadoras, trabajadores, de nuestro pueblo.
Quiero señalar como dos de esas conquistas históricas haber logrado poner fin al gobierno neoliberal de Mauricio Macri en la Argentina y ser protagonistas en la vanguardia en la construcción de la articulación y la unidad sindical y haber estado presentes en la movilización de nuestro pueblo. Que como resultado de ese proceso no solamente llegó a la Argentina un gobierno popular, sino además que ese gobierno haya tomado las reivindicaciones de este movimiento y haya constituido por primera vez en la Argentina un Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, que tiene su expresión también en la provincia de Buenos Aires y está encabezado por nuestra compañera Estela Díaz que nos está acompañando aquí. Es un orgullo para nosotras tener una compañera sindicalista encabezando el primer ministerio de Mujeres, Género y Diversidad en la provincia de Buenos Aires.
También señalar como una de las conquistas, en un momento crítico como viene siendo el de la pandemia instalada sobre la crisis precedente para nosotros y nosotras, haber logrado al final del año pasado la sanción de la legalización del aborto en la Argentina, una lucha histórica del movimiento feminista donde las sindicalistas tuvimos una presencia permanente.
Esa presencia en el movimiento feminista popular también interpela a las organizaciones sindicales y para nosotras es muy importante seguir avanzando no en la mera instalación de la agenda de género en la agenda sindical, sino preferiría decir que nuestras organizaciones sindicales aborden en toda su profundidad el desafío de la lucha feminista popular y de clase y el compromiso de nuestras organizaciones en esa lucha como lo venimos haciendo, pero insisto en que debemos seguir trabajando para construir esa perspectiva.
Necesitamos, para poder avanzar en esa lucha, seguir construyendo organizaciones más igualitarias, por lo tanto más representativas de la clase trabajadora y su diversidad, para que siendo más representativas también sean más capaces de dar la lucha por la igualdad y la justicia social en el conjunto de nuestra sociedad. Necesitamos que se comprenda que las demandas del feminismo sindical no son secundarias a nuestras organizaciones. Hay que comprender que el avance de las trabajadoras es el avance de toda la clase, como lo demuestra claramente el logro del Convenio 190 que se ha convertido en una nueva bandera y en un nuevo instrumento para avanzar en la lucha del conjunto de la clase trabajadora por generar un mundo de trabajo sin exclusiones, sin desigualdades y sin violencias, y comprender que nuestras demandas implican un cuestionamiento radical de la organización actual de la sociedad, la producción y el mundo del trabajo. Por lo tanto, no solo deben desarrollarse en el plano reivindicativo sino también proyectarse políticamente, como han dicho mis compañeros anteriormente y avanzar en la politización de las organizaciones sindicales para involucrarnos y tener absoluto compromiso en la disputa por la construcción de Estados democráticos, populares, en la defensa de la democracia y soberanía de nuestros países.
El segundo tema es la importancia que en el documento tenga tanta relevancia la formación sindical, la formación sociopolítica y que esté concebida como un proceso integral necesario para fortalecer a nuestras organizaciones y generar capacidad de las y los trabajadores de intervenir en el debate y la disputa por la reconfiguración del mundo del trabajo. Una participación que requiere también valorar, reconocer y recuperar el propio conocimiento que las trabajadoras y trabajadores producimos en nuestros lugares de trabajo, en nuestras organizaciones, identificando problemas pero también desarrollando estrategias para abordarlos.
Es necesario recuperar ese conocimiento, recuperar esa capacidad y ponerla en juego en las estrategias de intervención sindical en todos los niveles de nuestra actuación.