En un discurso de apertura de las Sesiones Ordinarias de la Legislatura Bonaerense, la gobernadora describió una realidad paralela que sólo existe en su imaginación; en una Provincia que constata todos los días el aumento de la pobreza y la desocupación, de la inseguridad y el delito que sufren todos los bonaerenses; intentó demostrar un territorio de maravilla construido por este gobierno.
Negando el desguace de la salud pública y los hospitales, eso palpable en los cierre de los servicios de pediatría especialmente, pero en la realidad de cada hospital donde se redujeron las plantas de médicos, la atención y el servicio.
En la educación sólo el pretender hablar de la robótica y de la conectividad, cuando, este gobierno le quitó la las netbook a los alumnos parece una burla. Ni hablar cuando se habla de la reparación y el mantenimiento de las escuelas teniendo tan presente a siete meses, las muertes de Sandra y Rubén.
Cuando habla de la sensibilidad por los más desplazados, por los más humildes y en un gobierno que se ha caracterizado por quitar los planes sociales, por reducir las asignaciones, por niñez, las asignaciones por discapacidad y jubilaciones y pensiones.
Otra vez parece hablar de la dimensión desconocida en la que vive la gobernadora y su gabinete, esa gobernadora que después de las elecciones guardó las botas de lluvia y abandonó a todos los inundados que viven sufriendo estos últimos tiempos en la provincia de Buenos Aires. Dice que esta vez es enserio, ¿hasta cuándo?