La prohibición, en este caso del lenguaje inclusivo, solo va en detrimento de la libertad de expresión nacida en el proceso de construcción social de la identidad de género. Esta medida fomenta los discursos de odio hacia nuestras identidades y reproduce la vulneración de derechos de las personas LGBTIQ+, lxs estudiantes, lxs docentes y familias, incumpliendo con las leyes referidas a género y diversidad sexual, la Constitución Nacional y la misma Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Con la utilización del lenguaje inclusivo se busca incluir a todas las identidades que se encuentran por fuera del sistema binario “femenino” / “masculino”. Identidades que comenzaron a ser reconocidas mediante la Ley de Identidad de Género y el decreto de DNI no binario tratadas en el ámbito escolar mediante la Ley de Educación Sexual Integral.
¡Lo que no se nombra no existe, se patologiza!