El discurso del presidente fué seguido atentamente por miles de trabajadores que se mantuvieron incolumnes y alegres bajo un tórrido sol en la plaza de los dos congresos, aprobando las medidas que se ennumeraron:
El compromiso de la lucha contra el hambre y la pobreza para superar lo que definió como " un país dañado en su tejido social y productivo, con su alma herida por divisiones profundas".
la alocución puso el acento en el trabajo y la producción, para poner fin a un ciclo de especulación.cerrando con un "nunca más" al endeudamiento,
Se comprometió a la presentación de un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo , que legalice el aborto en su tiempo inicial. garantizando el acceso al sistema de salud. Y en otro sentido y simultáneamente se garantice el acompañamiento a las personas gestantes durante el embarazo, y los primeros años, especialmente en los sectores de menores recursos.
El impulso del consejo económico y social para el desarrollo argentino.exigiendo un esfuerzo de los sectores más beneficiados de la sociedad.
Ratificó el compromiso con los Derechos humanos, expresando que son la columna vertebral de la República Argentina y que sin memoria verdad y justicia no podemos realmente ponernos de pie.
Afirmó en otro tramo que se va a fortalecer el rol de sujetos de derecho de les pueblos originarios y de las comunidades migrantes.
Caben destacar también los anuncios de intervención y control sobre la agencia de inteligencia AFI y las reformas en la justicia, para garantizar su transparencia y funcionamiento eficiente, dentro de un marco democrático.
Entre los trabajadores en la plaza, era palpable la alegria y la emoción de que este gobierno tomara la agenda de les trabajadores nucleados en la CTA y que esas coincidencias permiten pensar en un futuro de crecimiento con inclusión para poner a la Argentina de pie.