QUE NO TERMINEN COMIDXS POR LAS FIERAS
Esfuerzo y compromiso militante para resignificar la relación entre educación y trabajo y lograr una formación integral de lxs trabajadorxs.
“Nuestro centro arrancó de cero, no teníamos nada. Lo fuimos armando con diferentes aportes que a veces hace la provincia, otras el INET (Instituto Nacional de Educación Tecnológica) y también con aportes de nuestra Central y con rifas que vamos haciendo para equipar el centro”.
El relato de Carlos González, Regente del CFP 411, anexo Hurlingham, da cuenta de una historia común a los Centros de Formación Profesional de la provincia y particularmente de los 14 que hoy conforman la red de Centros conveniados con la Central de los Trabajadores Argentinos.
Hosanna Cazola, Directora del CFP 403 “Carlos Alberto Moreno” de Olavarría agrega: “Hemos crecido y hemos resistido. Los cuatro años de macrismo lo atravesamos con falta de personal, falta de designaciones, pero bueno, pudimos sortearlo con el trabajo militante y comprometido de todx el personal que nos acompaña en ésta tarea”.
Con ese compromiso militante se fue construyendo un proyecto educativo que tuvo desde sus comienzos rasgos definitorios.
“Privilegiamos –dice Ana Kazmarczyk, Directora del CFP 403 “Hugo Chávez”, de Ensenada- actividades pedagógicas vinculadas con las familias profesionales que mayor vinculación encuentran en el sector productivo de la región y que a su vez ofrecen mayores posibilidades en relación a la inclusión laboral para quienes realizan los cursos”.
Para Nicolás García, Regente del CFP 403 Anexo Patagones, se trata de “generar un entramado de organizaciones, donde, buscando que el Estado sea un partícipe muy activo, no sea que el alumno que egrese termine en las arenas del Coliseo Romano comidos por las fieras. Es decir que la persona aprenda las técnicas y domine las tecnologías que hacen a lo productivo, con una formación integral, pero que aquel bien o servicio que vaya a producir, tenga alguna demanda organizada que lo esté esperando. En nuestro caso, por ejemplo, pensamos en el vínculo con nuestra cooperativa de vivienda COOPTEBA, con la organización de micro créditos y con la búsqueda permanente de distintas alternativas como constituir una mutual o canalizar los proyectos de trabajo a través de una feria”.
Para Hosanna, esa formación integral implica “poder generar una conciencia sobre lo que significa el trabajo, cómo fue modificándose ese concepto a través del tiempo, qué es lo que demanda el mercado hoy y de qué manera nosotras podemos organizarnos y llevar adelante un trabajo digno”.
Junto a esta resignificación de la relación entre educación y trabajo, “nos propusimos -cuenta Ana– una formación que posibilite a les alumnxs el desarrollo de la creatividad y la capacidad para transformar la realidad, brindando oportunidades para interactuar, opinar, disentir y formular críticas y propuestas. Una formación emancipadora por un trabajo liberador, como dice nuestro lema y nuestro logo”.
“Tenemos una población muy diversa – refiere Nicolás, en relación con su Centro- pero con una proporción importante de personas que le dan una segunda oportunidad al sistema educativo, es decir, tuvieron alguna experiencia trunca en la primaria o en la secundaria, y lo ven como una especie de reconciliación. Junto con otras personas que ven con muchas expectativas la realización de cursos de formación profesional como un paso para mejorar sus posibilidades de trabajo. En ambos casos la presencialidad es un ingrediente estratégico, por eso los efectos de contar ahora solo con alternativas de educación en la distancia presenta grandes desafíos”.
La irrupción de la situación de aislamiento generó, como en todas las instituciones, dificultades y desafíos.
“Lo que hizo la pandemia -plantea Richard País, Director del CFP N 403, “María Elvira ‘Bombón’ Motto”, de San Miguel- es poner en evidencia las malas políticas educativas que se implement
aron por años en FP, la falta de cobertura de directivos en los centros de formación, el nombramiento de inspectores que no eran de la modalidad, la falta de instructores en el acompañamiento pedagógico, el no saber cómo usar las nuevas tecnologías. Por ejemplo, desde el acuerdo paritario del 2011, con la titularización de los Instructores de FP, hasta el día de hoy no se ha podido llevar a cabo la titularización en todos los distritos y regiones. Esto conlleva no poder cubrir los cargos de secretarios o directores que entonces están acéfalos”.
“Soy Regente -ilustra Carlos– y mi tarea es coordinar la parte pedagógica, administrativa, cooperadora, todo, porque no tenemos otros integrantes del equipo directivo”.
Para Julián Rodríguez, Profesor de fotografía del CFP “Osvaldo Cirese” de Mar del Plata, “estamos sosteniendo las cursadas de la mejor manera posible, pero este contexto vuelve a limitar a los estudiantes por sus posibilidades de acceso económico a un tipo de conexión, a un tipo de equipo que le permita conectar o no. Estar viviendo en un barrio u otro no es lo mismo. Hay estudiantes que han empezado su cursada sin cámara y algunos con conexiones sumamente precarias, y muchos de éstos se han perdido. No hubo manera. Todas las actividades el CFP se aprenden haciendo, nuestro vínculo con el mundo del trabajo es mostrar de qué manera de hace”.
“Arrancamos con un fuerte contenido teórico de los cursos – dice Hosanna- pero luego comenzaron a surgir otras problemáticas: la crisis alimentaria, la soledad… Problemáticas de nuestra comunidad pero también de nuestros y nuestras instructorxs. Así que empezamos a llevar adelante una tarea de acompañamiento y de asistencia con aquellos y aquellas estudiantes que estaban con dificultades, por ejemplo en el tema de la inscripción y el cobro del salario de emergencia. Este acompañamiento nosotras lo consideramos parte de la continuidad pedagógica”.
“En muchos casos es imprescindible estar junto al estudiante para contenerlo – agrega Julián-; cualquier situación vinculada con cómo los estudiantes construyen conocimiento lleva de la mano preguntas que no tienen que ver específicamente con lo técnico. Aprender fotografía es aprender lenguaje, aprender a contar, no es solo aprender a manejar la cámara. Si aprendés a contar en algún momento podés ser intérprete de las necesidades visuales de otro. El intercambio, lo que atravesamos todxs juntxs, es parte de la construcción que hace falta para aprender lo que fuera”.
Nicolás aporta: “No hay posibilidad de dar el paso hacia la enseñanza y aprendizaje si no hay mediado un vínculo. Y entendimos que tenía que haber una diversidad de estrategias que no era solamente el dominio de una tecnología vinculada a internet o a la informática”.
Ana coincide: “Estrechar los lazos amorosos, la solidaridad, lo colectivo, lo cooperativo, en nuestro CFP y en la formación profesional, es esencial, porque muchos de nuestros alumnos trabajadores provienen de los sectores más desprotegidos y vulnerables”.
“También hay dificultades por parte de los docentes que no tenemos una práctica del dictado de clases virtuales”, introduce Carlos.
“Estuve trabajando- cuenta Richard- con cada uno de ellos para que hagan pequeños videos, por el tema de la capacidad de sus celulares. Nos parece que eso está viniendo bien, porque los alumnos devuelven de la misma manera ese trabajo que les mandó a hacer el instructor mostrando el desarrollo; por supuesto cuando ellos tienen los materiales para poder desarrollarlo. Ahora decidimos hacer reuniones por afinidad de los cursos, en donde van a estar dos o tres instructores que tengan que ver con la misma modalidad y la secretaria, la preceptora y yo como Directivo, en el cual trabajar la planificación en estos tiempos, cómo ayudarlos a buscar nuevas estrategias, etc.”
No son menores las consecuencias de esta situación sobre los propios docentes. Ana lo describe: “La continuidad pedag
ógica ha significado un esfuerzo muy importante en términos laborales, teniendo en cuenta que el trabajo se diversificó, se intensificó, se amplió y la jornada laboral también se extendió. Por otra parte, alrededor del 50% de las docentes y alumnado del CFP son mujeres. La mayoría jefas o sostenes de hogar. Por lo tanto, teniendo en cuenta que las tareas de cuidado son atribuidas generalmente al género femenino todo lo que tiene que ver con el trabajo docente, coexiste en el hogar con las tareas de cuidado, limpieza y desinfección en el marco de la pandemia, sumado a la organización familiar de niños, jóvenes y adultos. Lo mismo se replica en la casa de nuestras alumnas”.
Richard retoma: “El hecho de que yo esté permanentemente con ellos haciendo un seguimiento tiene que ver la política de los CFP de la CTA, que es estar con los compañeros en todo el proceso. Esto quizás nos hace diferentes a otros Centros. Por ejemplo, dos instructoras -una da marroquinería y la otra serigrafía- que saben de textil, se ofrecieron a fabricar barbijos, y empezar a hacer un micro emprendimiento o donar al Frente Barrial de la CTA. Esto creo, tiene que ver con las políticas que tenemos dentro del centro y de la regional, y es que todos los instructores se sienta parte “de”.
En todos los Centros se dan iniciativas productivas y solidarias frente a la situación actual.
Carlos cuenta: “Con un grupo de alumnas de textil abordamos la confección de barbijos. Primero para el municipio de Hurlingham, para los compañeros del Concejo Escolar, y luego para la entrega de alimentos de los compañeros del Frente Barrial y el Movimiento Mayo. Se fue agrandando y se proporcionó barbijos a los Consejos Escolares de Ituzaingó y Morón, y luego en articulación con otras organizaciones que tenían taller textil hicimos 5 mil barbijos para SUTEBA. Es una buena posibilidad para nuestras alumnas que están ganándose unos pesos para su economía familiar.”
“En nuestros talleres –agrega Ana- realizamos, solidariamente, camisolines y barbijos descartables a pedido de la Secretaria de Salud de la municipalidad. Y en este momento estamos en plena producción de tapabocas y camisolines descartables con insumos provistos por el Instituto Provincial de Formación Laboral para ser distribuidos por el Ministerio de Salud de la provincia”.
La tarea de resolver las cuestiones que esta situación de excepcionalidad presenta día a día, no quita peso a la reflexión sobre lo por venir.
Hosanna: “Hay un debate que nos estamos dando sobre la necesidad de que los conocimientos y experiencias que adquirimos en este proceso tengan algún reconocimiento. Sabemos que formación profesional no es un espacio de educación que esté estrechamente vinculado con la transmisión de conocimientos virtuales. Entonces, fue un aprendizaje para todos y para todas que necesitamos de alguna manera poder plasmar, poder formalizarlo como conocimiento”.
Richard: “¿Qué va a pasar después de la cuarentena? La economía -complicada mundialmente- va a tener en nuestro país, además, la gran deuda que nos dejaron éstos 4 años. El gobierno provincial y nacional van a tener que inyectar un dinero extra para que nuestros trabajadores y trabajadoras puedan tener dentro del CFP esa práctica que no se les pudo dar durante este período”.
Nicolás García, CFP 403 – Anexo Patagones
Nicolás: “Tenemos que seguir trabajando en algunos proyectos concretos que la pandemia postergó. Por ejemplo, nuestro curso de cuidados de niños -que viene de la mano de los cursos anteriores de cuidado de adultos mayores y de cuidado de personas con discapacidad- tiene la expectativa de generar un espacio comunitario de cuidados, y se está buscando canalizar a través de distintos programas estatales la creación de esos espacios”.
Dificultades, desafíos, preocupaciones, proyectos… que hablan del compromiso con un trabajo sostenido por la pasión de educar.
Ana: “Esta fue una tarea que emprendí con mucho orgullo, con compromiso militante y una de las más gratificantes de toda mi carrera docente. Ser parte de la construcción de los centros conveniados con la Central fue un desafío que emprendimos colectivamente con la utopía y el sueño de tomar la formación de les trabajadores en nuestras manos”.
Carlos: “Tengo 20 años de antigüedad en la docencia, he pasado por la escuela secundaria y la escuela técnica, pero formación profesional tiene un plus maravilloso. Tenemos que seguir para adelante. Con todo lo que va a dejar la pandemia seguramente no va a ser fácil. Será un mundo diferente, una escuela diferente, pero lo articularemos y le pondremos garra, trabajo, militancia, solidaridad y organización para salir adelante. Como siempre lo hicimos”.