Ratificamos la necesidad de cumplir con lo establecido en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos respecto a Milagro Sala, y terminar con el lawfer contra les dirigentes que siguen en distintas modalidades de prisión, ya sea efectiva o domiciliaria, que ya suman más de cuarenta. La Justicia le debe una respuesta a la sociedad, no podemos permitir que continúe funcionando como árbitro político en favor del poder económico, como viene haciéndolo hace ya tantos años.
La nutrida movilización encabezada por organizaciones políticas, sindicales, sociales y de derechos humanos, culminó con una misa oficiada por los Curas en Opción por los Pobres frente al edificio de Tribunales y sede de la Corte, donde además se expresaron dirigentes como Coco Garfagnini, de la Tupac Amaru.
Hugo Yasky, Secretario General de nuestra Central, hizo uso de la palabra y expresó la voluntad popular de poner un límite a la arbitrariedad y a la persecución política de una Corte que garantizó los negociados durante el macrismo con ministros nombrados a dedo, y sostuvo que la participación popular es la clave para restablecer una justicia verdaderamente independiente y comprometida con su pueblo.