Esto se suma al deterioro salarial de les trabajadores de la provincia de Buenos Aires estimado en un 20% durante todo el mandato y a la ola de tarifazos desatados, en los que se ha llegado a casos que superan el 1700%. Máxime cuando la gobernadora deja su puesto en 40 días trasladando esta bomba al nuevo gobierno. Este asume en una difícil situación económica debido al aplastante endeudamiento, además de un panorama recesivo, causado por la destrucción de la producción y el consumo.
Se debe frenar este nuevo tarifazo y debatir la pesificación de las tarifas, como un comienzo de recuperación y freno del daño que se está produciendo a toda la población de la provincia.