Dicha ley generaría la trazabilidad de los instrumentos, se comenzaría a cortar el mercado negro de instrumentos robados. Con la sanción también se crearía el programa de restauración de instrumentos, que llevaría el nombre de la docente Sandra Calamano, quien fue incansable defensora de las orquestas infanto juveniles. Recordamos siempre a Calamano, quien perdió su vida en la explosión de la escuela 49 de Moreno junto al compañero Rubén Rodríguez.

La charla estuvo a cargo del diputado provincial Juan Martín Malpeli, Damian Ramírez secretario de cultura de la CGT regional La Plata, Gustavo Zurbano secretario gremial Sadem ( ambos miembros de la Regional Sindical de Músicxs), Gustavo Zapata Secretario General CTA regional Morón Hurlingham e Ituzaingó, y la compañera Nancy González, sec. gral. Udemus.

La idea de registrar los instrumentos musicales surge entre otras cuestiones, de la necesidad de salvaguardar las herramientas de trabajo de los artistas, frente a los frecuentes robos de los que son víctimas, con la posterior ubicación en el mercado negro ya sea tradicional o por sitios de internet, de tales elementos, a los fines de ser revendidos.

Durante la charla también se especificó que el proyecto de Ley lleva el nombre de Santiago Stirz, un músico popular que fuera víctima de una situación en la cual perdió la vida mientras le intentaban robar su guitarra.

El propósito central de esta iniciativa es que los instrumentos musicales «tengan un DNI, su propia identidad» señaló metafóricamente uno de los expositores, aludiendo a la necesidad de asignarle un número de registro, que facilite buscar la recuperación o bien al menos romper un poco con las libertades que posee actualmente el mercado negro para comercializar -y de esa manera, indirectamente promover acciones delictivas- herramientas esenciales para trabajadores del arte musical.