Queremos un marco legal que se ajuste a la realidad de los trabajadores y las trabajadoras del país y les garantice las condiciones laborales dignas y equitativas.

Una reducción de la jornada laboral legal de 48 a 40 horas semanales permitiría formalizar miles de empleos, algo que en este contexto resulta imprescindible. No se trata de una idea alocada sino de un mecanismo aplicado en otros países del mundo que ha demostrado ser efectivo.

El objetivo de esta iniciativa es reducir la carga de horas semanales para que más trabajadores que están en la informalidad, que superan el 30 por ciento, sean contratados y pasen a la esfera formal.

Nuestra propuesta está sustentada en hechos, no en interpretaciones. Hoy en la Argentina, a pesar de que la ley establece 48 horas, la jornada laboral efectiva es de 38. El Estado, los empresarios y las organizaciones sindicales no podemos mirar para el costado.

Por eso el proyecto apunta a darle un marco legal a una realidad de hecho y regularizar la situación laboral de cientos de miles de trabajadores y trabajadoras en este contexto de alta desocupación, que la pandemia no hizo más que profundizar.

Debemos crear un marco legal ajustado a la realidad, que garantice a quienes trabajan la salud y las condiciones laborales dignas que indica la Constitución y que la pandemia demostró que son imprescindibles. No podemos postergarlo más.

(*) Diputado Nacional y Secretario General de la CTA de lxs Trabajadorxs