Ante la batalla que estamos dando como argentinos para combatir esta pandemia, ante la esperanza generada por el acceso a la vacuna, unos pocos que sostienen el odio como impulsor de sus accione, siguen bastardeando el esfuerzo denodado de la mayoría,
Las imágenes de bultos “mortuorios” tirados en la Plaza, generan dolor e indignación en quienes sufren la pérdida de familiares o personas cercanas, que deben ser respetadas y no burladas por quienes usan estas muertes como herramienta política.
Solamente buscan manchar nombres incuestionables de quienes defienden los Derechos Humanos y democráticos, tratando de involucrarlos en un hecho que ya ha sido repudiado desde el propio presidente, tomando las medidas que pusieron fin a los privilegios.
La libertad de expresión no puede nunca ser la versión macabra de la muerte, tergiversando la realidad.