Es inadmisible que el poder judicial no diera lugar a que les trabajadores pudieran trasladarse y desatara esta violencia. Necesitamos una justicia que escuche a les trabajadores y que atienda sus necesidades.
La respuesta al conflicto nunca puede ni debe ser la represión. Cuando Néstor llegó en el 2003 a la presidencia puso como política de estado la no represión para lograr una sociedad menos violenta como respuesta a los difíciles años que habíamos vivido.
Hoy, a pocos días de cumplirse 20 años de aquellas jornadas de lucha del 2001 en la cual la policía asesinó a 39 compatriotas, luego de la violencia ejercida por el macrismo y la crisis que devino por la pandemia, es primordial volver a esa mirada. Las represión no soluciona absolutamente NADA.