La visita semanal es un hecho central en la cotidianeidad carcelaria. Es un momento muy esperado en el contexto de encierro. Significa reencuentro con los afectos,recibir alimentos, ropa que generalmente llega a través de otras mujeres, las madres o hermanas de las detenidas, que a su vez asumen el cuidado familiar.
Mientras hay quienes especulan con los precios, vacían las góndolas de papel higiénico y prepara una “escapada turística” y algunos medios masivos de comunicación colocan la nota en la solapa de policiales ellas dan un ejemplo de solidaridad y cuidado hacia sí mismas y su familias.