La firma del Decreto que establece la incorporación del proyecto para reformar el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias significa un paso adelante que va a permitir que cientos de miles de trabajadores en todo el país reciban indirectamente un beneficio salarial. Parte de lo que el estado recaudaba en términos de ese impuesto va a quedar en el bolsillo de los trabajadores. Se trata de una iniciativa muy importante que esperamos aprobar rápidamente en el mes de marzo.

Hoy nos vamos a reunir los diputados de extracción sindical para ver la letra chica del proyecto. Es central discutir el tema de las escalas, las deducciones, las horas extras, los pagos adicionales por zona. Si no se contemplan, por ejemplo, las distintas “cargas de familia” se pueden generar distorsiones que atentan contra la progresividad y la equidad del impuesto.

Concretamente, se debe diferenciar a los trabajadores o trabajadoras con hijos de aquellos sin familiares a cargo. Lo mismo ocurre con los saltos de escala, hay que establecer en la ley mecanismos que no permitan que, al pasar de escala, un salario inicialmente mayor quede por debajo de aquellos no alcanzados por esa escala. Estas definiciones son sustanciales para ordenar una política salarial progresiva y que la ley permita que los cambios tengan vigencia en el largo plazo.

Por otra parte, va a ser muy importante el shock de consumo que pueda generar este cambio, porque ese dinero no va a ir a los paraísos fiscales, sino a los almacenes de barrio, al comercio al supermercado, va a significar un empujón para reactivar la economía y restituir la capacidad de consumo de los sectores populares.