Estuvieron presentes el Secretario General de CTA, Hugo Yasky y el Secretario Adjunto de la CTA Prov. de Buenos Aires, Daniel Pérez Guillén. Fueron panelistas Abel Córdoba, el fiscal a cargo de la Unidad Fiscal contra la Violencia Institucional de la Procuración General de la Nación; Andrés Harfuch, defensor general de San Martín; y Fernando Domínguez, el fiscal que está a cargo de la UFI 4 de San Martín.
Por su parte, Yasky declaró durante el encuentro: “Para los trabajadores, el sistema judicial es un sistema administrado por una casta de privilegiados. Creo que en Argentina y en todos los países periféricos, el sistema judicial tiene la función de defender los intereses de sectores que acumulan privilegios”.
A su vez, remarcó: “Estamos en un momento histórico y extraordinario porque se ha iniciado una de las grandes batallas para empezar a construir otra lógica de la democracia, para desarmar el engranaje que le dio a la clase dominante de este país la posibilidad de administrar la justicia según sus intereses. No se puede construir una democracia en la que los débiles no recuperan derechos mientras exista este sistema judicial, que está sustentado para sostener un proyecto de país con exclusión social”.
Además, Yasky aseguró: “Todos estos procesos democráticos chocan en algún punto de su desarrollo con un sistema judicial que impide la continuación de los avances populares, democráticos, distributivos y de ampliación de derechos. Los poderosos dicen que “quieren terminar con la república”, pero tendrían que decir que “quieren terminar con la república que nosotros construimos de acuerdo a nuestros intereses”. Sí, queremos terminar con esa república que tiene un sistema que segrega, que condena, que le brinda impunidad a los poderosos, que sostiene y defiende esta desigualdad que existe en nuestro país y en otros países de América Latina”.
Por último, el Secretario General de CTA sentenció: “Esta es una batalla política y cultural enorme, tenemos que darla con las mayorías populares. Esto no se resuelve dentro de la “sagrada familia judicial”, se resuelve desde afuera. Hay que patear las puertas y el pueblo entero tiene que entrar en esta disputa. Por eso desde la CTA vamos a seguir batallando, porque creo que el movimiento sindical tiene que ser parte de esto, sino quiere decir que está mirando para otro lado o que está sirviendo a los intereses de los poderosos”.
Por su parte, Daniel Perez Guillen expresó: “Los trabajadores entendemos que tiene que haber una discusión sobre cuál es el trabajo de los judiciales”. Asimismo sostuvo: “El sistema actual es feudal y monárquico”.
“Hay que enseñar, desde las facultades, que en la Justicia se trabaja en equipo, porque la facultad prepara a los estudiantes para ser llaneros solitarios, para luchar contra los molinos de viento, y eso es terrible porque termina en frustrándolos”, explicó Perez Guillen.
Sobre la participación de los trabajadores en el Consejo de la Magistratura, Perez Guillen expresó: “Lo que se está planteando es un avance sin ninguna duda, pero nosotros entendemos que aparte de un lugar para los trabajadores en el Consejo de la Magistratura, también creemos que tiene que haber representantes de organismos de Derechos Humanos y de Movimientos Sociales”. Sobre esto, además dijo: “Nosotros planteamos también la presencia de un Académico que no sea de la rama del derecho, porque pensamos que la Justicia tiene que ir hacia un funcionamiento, cada vez más, multidiciplinario. Queremos que cada vez haya más profesionales de distintas ramas de la Justicia, porque eso tiene que ver con un nuevo modelo de justicia”.
“Parte de la disputa que se está dando hoy es que haya un compromiso real de parte de la Justicia para con los Derechos Humanos”, concluyó Perez Guillen.
