En un nuevo decretazo, en el continuado del mes de Enero, en que pretenden pasar las medidas mas radicales, como profundización del ajuste, despidos, flexibilizaciones, perdidas de derechos, desprotección en accidentes de trabajo, aparece una fuerte quita sobre los feriados, con la eliminación de los denominados "feriados puente" que tenían su fundamento en la promoción de escapadas turísticas, que generaban un importante movimiento económico, con sus consiguientes fuentes laborales, pero se tomó esta medida con el argumento de una mayor productividad.
Esos argumentos chocan, con el sentido contrario, al hacer movibles, dos fechas centrales y recientes, dos heridas en la historia argentina, como lo son el 24 de Marzo, aniversario del golpe de 1.976, que tuvo como resultado trágico, la desaparición de 30.000 personas, en su amplia mayoría jovenes. y que las movilizaciones y la organización popular, lograron poner como un hito, a traves de marchas cada vez más mayoritarias, aún a más de 40 años. Este hecho tiene una trascendencia fundacional para nuestra democracia, con un consenso generalizado de los valores que tiene que tener nuestra democracia. siendo un ejemplo para el mundo esta lucha y la capacidad para juzgar a los genocidas.
Del mismo modo el 2 de Abril, en que se recuerda nuestra soberanía sobre las islas malvinas, y la batalla no solo Argentina, sino del mundo todo para acabar con los colonialismos, y que debe estar mas vigente que nunca, sobre todo en este momento que podría ser aprovechado en ocasión que el Reino Unido, vota el Brexit, lo que debilita el bloque de unidad Europea.
Por el contrario, vemos desde el Gobierno nacional, un desprecio por la lucha de los Derechos humanos, inclusive desde su funcionario más alto en este tema Claudio Bernardo Avruj, y también en la reivindicación de nuestros derechos sobre las islas, que se han visto desdibujados en unos pasos de comedia entre el presidente y la Canciller Malcorra, que ridiculizaron nuestra política exterior y nuestro justo reclamo de soberanía.
Tanto las organizaciones de derechos humanos como las organizaciones de ex-combatientes, repudiaron esta decisión, haciendo carne de este reclamo la Central de Trabajadores de la Argentina, por ser un hecho más de claudicación a nuestra soberanía y nuestra historia, la que no podrá ser borrada por decreto, llamando a las y los compañeros a marchar más que nunca y a sostener en la calle nuestra historia y nuestro futuro.
