El edificio de la sede de Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio se encuentra dentro del gran predio donde funcionó la Escuela Superior de Mecánica de la Armada, el mayor centro clandestino de secuestro, tortura y exterminio de la Argentina durante los años de la última dictadura cívico militar. Este sitio de la Memoria, declarado Monumento Histórico Nacional en agosto de 2008 y que alberga al conjunto de los organismos de DDHH, es el lugar donde surgió la Intersindical hace tres años y medio; más presisamente, en La Casa de la Militancia de H.I.J.O.S.
Luego de la proyección de un video sobre las luchas del movimiento obrero, un grupo de compañeros y compañeras de los distintos gremios convocantes leyó el Documento de la Intersindical titulado ’Lxs 30000 compañerxs desaparecidxs son parte de la historia del movimiento obrero". Acto seguido, Claudia Lázzaro, secretaria de Género y Derechos Humanos del Sindicato de Obreros Curtidores, y María Reigada, secretaria de DDHH de CTA provincia de Buenos Aires, presentaron a los oradores de la mesa de apertura integrada por Victorio Paulon, secretario de DDHH CTA Nacional; Roberto Baradel, secretario de Relaciones Internacionales de la CTA, general del Suteba y gremial de CTERA; Oscar Martínez, secretario de DDHH de Molineros, en representación de Carlos Barbeito (DDHH CGT) que tuvo una descompensación y no pudo asistir, y Alejandro Ruiz, secretario de Prensa de Satsaid.
A continuación se trabajó en las comisiones: Memoria, Verdad y Justicia; Precarización laboral; Contexto internacional y movimiento obrero; Persecución y deslegitimación de líderes y trabajadores de organizaciones sindicales, sociales y políticas, y Represión de la protesta social y violencia institucional.
Para concluir la jornada, está previsto el saludo de representantes de organismos de DDHH y la firma de un convenio entre H.I.J.O.S. y los sindicatos que conforman la Intersindical de DDHH. El panel de cierre estará a cargo de Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores, y Héctor Amichetti, secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense-CFT.
Discurso de Victorio Paulon
Antes que nada profundo reconocimiento para el esfuerzo de los compañeros, sobre todo aquéllos que han venido desde los rincones más lejanos de nuestra Patria, compañeros de Jujuy a Tierra del Fuego, de todas las provincias, que se han sentido convocados por esta jornada de esta Intersindical de Derechos Humanos.
En segundo lugar, el agradecimiento a Hijos y en ellos a todos los organismos de Derechos Humanos, a Hijos por ofrecernos este espacio de la militancia que es el que tienen ellos en el predio de la Ex Escuela Mecánica de la Armada para compartirlo con el movimiento obrero y hoy, cuando en el cierre, nuestros referentes nacionales de las distintas centrales, firmen el convenio, para nosotros se abre una etapa nueva.
Nuestra ilusión, nuestro sueño en esta primera etapa ha sido, en primer lugar, aportar a la construcción de la unidad del movimiento obrero. Estamos convencidos que las divisiones son estados de excepción, a lo largo de la historia del movimiento obrero argentino y que la lucha permanente por la unidad no es una táctica, no es la respuesta a una coyuntura, es de alguna manera la búsqueda del estado natural que nos exigen los trabajadores, siempre nos piden unidad, organización, siempre nos piden resistencia sobre todo cuando tenemos gobiernos como el actual que agreden todos los días los derechos individuales y colectivos de los trabajadores.
Nuestro aporte, tal como lo entendemos, el conjunto de los compañeros que a lo largo de estos años han hecho este recorrido, este camino, para llegar a esta jornada, es encontrar una consigna que nos unifique, una consigna que hilvane el pasado con el presente, que explique que somos un capítulo más de una larga historia de siglo y medio de lucha de la clase trabajadora argentina. Esa consigna para nosotros, que queremos proponer a este encuentro, este plenario, es que el movimiento obrero argentino en su conjunto pueda decir que los 30000 compañeros detenidos desaparecidos son parte de la historia del movimiento obrero argentino.
Con esto también queremos ayudar a saldar la historia de las víctimas, de los Hijos, porque cuando se nos vaya la última madre, la última abuela, los hijos no volverán a ser huérfanos, los Hijos serán los hijos del movimiento obrero argentino. Los Hijos serán los testigos de esa generación que lo dio todo y es un orgullo enorme que esto lo podamos decir en el templo del horror, en el campo de exterminio. Aquí, donde físicamente miles y miles de compañeros padecieron todo lo que sabemos que padecieron y hasta les quitaron la posibilidad de tener un sitio físico donde se los pueda recordar. La mayoría de ellos fueron arrojados al mar.
Este capítulo tan doloroso que pretendemos hacer consciente, como dirigentes sindicales, es para decir que a pesar de todo eso aquí estamos, aquí está la clase trabajadora, que en el momento de la salida de la dictadura se reorganizó, transitó un camino, incorporó nuevas generaciones de trabajadores y hoy, que estamos viviendo esta transición entre una clase trabajadora mayoritariamente ingresada al mundo del trabajo después del 2003 y una dirigencia sindical que todavía mayoritariamente, corresponde a la etapa anterior; que esa transición es muy importante que mantenga la cultura, las tradiciones y el espíritu de lucha que tuvo históricamente el movimiento obrero.
Porque esos chicos que ingresaron al trabajo en aquella época conocieron un país de excepción, donde todos los años había un puesto más de trabajo; donde todos los años se le ganaba por un par de puntos a la inflación, donde todos los años se recuperaba algún derecho conculcado en la época del terrorismo de Estado, o en la década del 90. Todos los años se avanzaba un paso.
Muchos sintieron que eso era lo natural, que eso estaba dado, que eso era para siempre. Pero en el 2015, cuando ellos ganaron las elecciones, a esta generación de trabajadores le tocó rendir todas las materias juntas. Conocieron la derrota, el despido y la represión, porque desde el primer día que asumió este gobierno desde Cresta Roja, hasta la semana pasada con los artesanos de San Telmo, todas las semanas este gobierno dio una clase de represión, de garrotazos, de persecución, de despidos y al calor de esa resistencia se formó esta nueva clase obrera.
Por eso a pesar del horror, a pesar de las cosas que a veces nos cuesta recordar, el resultado es éste. Una clase obrera de pie, organizada, una clase obrera con la tasa de sindicalización más altas de la región y de las más altas del mundo. Una clase obrera con su propia historia, con sus propios debates, con su propia búsqueda de unidad, con su propio protagonismo en la historia, que viene hoy a decirles a los Hijos de nuestros compañeros: Aquí está el movimiento obrero. Por eso pelearon vuestros padres. Por eso deben sentir orgullo de ser hijos de quienes resistieron, lucharon y soñaron. No van a lograr que nuestros hijos se conviertan en parias porque la memoria se construye desde el movimiento obrero.
Por eso compañeros, para nosotros es un orgullo inmenso haber culminado este primer encuentro que vamos a repetir, que vamos a seguir discutiendo, que lo vamos a trabajar colectivamente.
Éste es un espacio de unidad, éste es un espacio democrático, es un espacio horizontal, donde discutimos todo, pero conscientes de que la fuerza que acumulamos va a terminar generando las condiciones para volver a tener una Central única, poderosa, que represente a todos los trabajadores argentinos.
Discurso de Roberto Baradel
La verdad que hoy desde que llegué me embarga una emoción muy grande. Primero, por venir acá, que es el lugar donde estuvieron nuestros compañeros. Segundo, porque me recibieron en la puerta, compañeras de Hijos, los hijos de nuestros compañeros y uno piensa que a los hijos los tenemos que proteger nosotros y ellos están acá.
Las miro, los miro y me generan mucha ternura, pero una profunda admiración también. Porque están acá, donde los trajeron a sus viejos, donde hicieron lo que hicieron los genocidas y ellos están acá firmes, custodiando esa memoria, cuidándola y abriendo esta casa para los trabajadores.
Así que, a veces cuando se plantean algunas cuestiones, los ataques de los medios, las redes y las cosas que se dicen atacando a quienes planteamos cosas diferentes, o defendemos los derechos de los trabajadores, digo siempre que prefiero el infinito desprecio de la clase dominante antes de no poder mirar a la cara a los Hijos y a los trabajadores.
Para nosotros es un compromiso muy importante y me alegro muchísimo de este encuentro intersindical de DDHH en el cual afortunadamente, hay muchísimas compañeras y muchísimos jóvenes, lo que le da una perspectiva de futuro a lo que tenemos por delante.
No solamente debemos resguardar la Memoria, exigir la Verdad y seguir reclamando Justicia para que no suceda nunca más un genocidio en la Argentina, sino que debemos militar todos los días para decir cuáles fueron las causas de ese genocidio. Por qué desaparecieron 30000 compañeros y compañeras en este país. Porque militaban y trabajaban precisamente para construir un país con justicia social, con igualdad y profundamente democrático. Y esa es la tarea que tenemos por delante.
Nosotros les vamos a rendir homenaje a los 30000 compañeros y compañeras detenidos desaparecidos, además de hacer lo que hacen los organismos de derechos humanos, de reclamar memoria, verdad y justicia, le vamos a rendir el homenaje más grande, cuando seamos capaces de transformar nuevamente la realidad y construir un país digno de ser vivido por todos y todas.
Que haya muchos jóvenes nos da una perspectiva de futuro. Pensaba con tantos dirigentes sindicales acá, con lo que estamos viviendo en este país. Jamás nos van a escuchar a mí, a algún compañero nuestro, plantear una sola diferencia para afuera que sea un obstáculo para construir la unidad del movimiento obrero. Adhiero a lo que dice Paulón, que no solamente lo dice, sino que lo piensa, tiene convicción, ojalá seamos capaces de construir una sola central, donde estemos representados todos los trabajadores. Nunca me van a escuchar decir algo que pueda poner piedras en el camino a ese proceso de unidad, ahora permítanme en este espacio y con ustedes, hacer un llamamiento a toda la dirigencia sindical que tiene responsabilidad de conducir y de construir unidad, entre los cuales me incluyo. Miremos mucho más a Agustín Tosco, a Felipe Vallese, a Atilio López y hagamos las cosas que tenemos que hacer para construir unidad, ponerlo freno al ajuste y transformar la realidad.
Vivimos una nueva crisis del capitalismo, que se va reciclando. En los años 30 buscaron una respuesta a través de lo que fue Keynes. Sobrevino la Segunda Guerra Mundial, con el tema de la organización internacional del trabajo, después de la Primer Guerra Mundial, luego se conformaron las confederaciones sindicales, allá por los años 50; lo que fue la Ciosl, el sector más socialdemócrata, lo que fue la CMT, el sector cristiano y la Federación Sindical Mundial que son los agrupamientos sindicales que dependían de los que eran los trabajadores del bloque socialista. En el medio de una respuesta que en ese momento, luego de la división del mundo en la Segunda Guerra Mundial, trataron de construir en Europa, lo que eran los estados de bienestar para de alguna manera poner blanco sobre negro respecto al bloque socialista.
Respecto del tema del derecho a huelga, del cual la OIT era abanderada, y permanentemente esgrimía el derecho a huelga, como uno de los pilares fundamentales de la libertad sindical, la libre sindicalización, el derecho a huelga, la acción sindical.
Hoy, el derecho a huelga en la OIT, ha dejado de ser un valor absoluto. Ya hoy, un organismo tripartito como la OIT, en la cual intervenimos trabajadores, empleadores y gobiernos, ha dejado de ser el derecho a huelga lo que era, porque después de la caída del muro, no tenían ninguna necesidad de confrontar con el bloque socialista, entonces el derecho a huelga dejó de ser un valor absoluto, lo mismo que los estados de bienestar. Después de la caída del muro, inclusive antes, en la crisis de los 70, con los países petroleros, la solución que le encontró el poder en el mundo fueron los gobiernos neoliberales que empezaron en Inglaterra y EEUU, y las dictaduras militares en Latinoamérica.
Así seguían en ese marco, intentando encontrar soluciones, reciclar la crisis del capitalismo, que aplaquen los procesos populares, terminar con los estados de bienestar y por supuesto, inaugurar en Latinoamérica una ola de dictaduras militares que fueron absolutamente sangrientas.
Cualquier guerra en el mundo tiene que ver con intereses económicos, como lo han llevado adelante a lo largo de la historia y los imperios lo han llevado hasta las últimas consecuencias, sin importarles nada. En ese marco, en los años 2000 se unifica nuevamente una parte del movimiento sindical, la CMT y la Ciosl, se unifican en la Federación Sindical Internacional. ¿Tiene incidencia la acción sindical internacional? No la que quisiéramos que tuviera. Quisiéramos tener un movimiento sindical con articulación a nivel internacional mucho más activo. Pero sí incide en una cuestión que fue importante en la República Argentina para salvar a muchos compañeros, que es el tema de la solidaridad internacional. Es muy importante construir caminos de unidad a nivel internacional.
Muchos compañeros no perdieron la vida porque hubo solidaridad internacional. De organizaciones sindicales, de organizaciones de Derechos Humanos, culturales, políticas, Debemos reivindicar el proceso de construcción de unidad, no solamente al interior de Argentina, sino a nivel internacional, porque son elementos muy importantes a tener en cuenta. Repito, quisiéramos tener un movimiento sindical mucho más activo en América a través de la Confederación Sindical de las Américas y a través de la Confederación Sindical Internacional, pero hoy es una herramienta poderosa que salva vidas y pone límites a los gobiernos en muchos lugares. Nuestra tarea es seguir construyendo lo que estamos construyendo en unidad y de disputa con el poder.
Hoy gobierna en la Argentina, un gobierno que es la primera vez que llega por el voto de la gente. Es la misma matriz que la de las dictaduras, y es la misma matriz de los sectores de poder que llevaron a los golpes militares en el país, pero es la primera vez que llegan por el voto popular. Las otras veces llegaron por la defección o la extorsión a gobiernos populares. Hay que tener en cuenta que luchar vale la pena. Se imaginan si no hubieran existido los 30000 compañeros detenidos desaparecidos que lucharon en ese momento, las Madres, las Abuelas, si no hubiera dado pelea el movimiento obrero, ¿hoy en qué condiciones estaríamos?
No pudieron arrasar con todo. Acá hay un movimiento obrero que se levantó, hay organismos de derechos humanos que se levantaron y que todos los días estamos militando para ponerle un freno a los abusos del poder y para que no destruyan la República Argentina, a pesar de lo mal que estamos viviendo. Sería mucho peor sin la resistencia del movimiento obrero.
Hay persecución a delegados, dirigentes sindicales, hay asesinatos, represión, porque lo de Rafael Nahuel fue un asesinato y lo de Santiago Maldonado también tiene que ser juzgado porque muere luego de una represión de Gendarmería.
Éste es un gobierno que reprime y que además se animó nuevamente a instaurar una etapa de presos políticos en la Argentina. Hay que decir que hay presos y presas políticos a quienes tenemos que sacar de la cárcel porque no le podemos permitir al régimen que encarcele a los opositores y a aquéllos que levantamos la voz por defender derechos.
Si no hubiera habido resistencia del movimiento obrero, si los organismos de DDHH no lucharan permanentemente a brazo partido, la situación que vivimos hoy sería mucho peor.
Con la caída del muro nos quisieron hacer creer que era el fin de la historia, que se acababa todo, que ya no podíamos discutir absolutamente nada para adelante. Que debíamos adaptarnos al orden económico, social y político que determinaba el mercado, y ahí estuvo en Latinoamérica siempre presente, Cuba, como un faro que el imperio no pudo apagar y siguió iluminando.
A partir de eso las luchas populares, los gobiernos populares fuimos capaces de decirle No al Alca en la República Argentina, en el 2005, en la cara del representante del imperio en Mar del Plata y se inauguró una etapa de gobiernos populares que consolidaron conquistas, que llevamos adelante hace muchos años y en este país, sin ninguna duda, esas conquistas que se dieron y se consolidaron a partir del 17 de Octubre de 1945 y las luchas que se dieron de ahí en adelante para defenderlas.
Esas conquistas se profundizaron. Hubo gobiernos populares en América Latina que tomaron gran parte de las reivindicaciones de nuestro pueblo y vivimos en la región una etapa que pensaron los próceres cuando declararon la independencia, la etapa de la Patria Grande.
Ahora el poder no perdona. EEUU se dio cuenta que había descuidado el patio trasero, para ellos patio trasero, nosotros nunca vamos a ser patio trasero, y decidieron tener una intervención mucho más fuerte. Lo que se vive hoy en la Argentina, con esa pseudo justicia, de persecución y armado de causas, con los medios de comunicación, con lo que llaman la guerra judicial, tiene que ver con un accionar del imperio para poder desterrar cualquier atisbo de cambio social en nuestros países o consolidar el tema de derechos.
O vamos a creer que lo de Odebrecht en Brasil, es parte de la búsqueda de transparencia en la pelea contra la corrupción. Lo de Odebrecht en Brasil, fue a causa de que se había transformado en una multinacional a nivel mundial y ponía en riesgo los intereses de las empresas estadounidenses. También pasa en la República Argentina.
Ellos llevan adelante un aparato mediático judicial, diplomático y hasta militar, porque hay riesgo en Venezuela, hay que decirlo y desde acá nos solidarizamos con el pueblo de Venezuela y rechazamos cualquier intento de intervención extranjera. Hasta están dispuestos a utilizar el aparato militar a poder intentar desterrar cualquier atisbo de cambio social o revolución, ahí resiste Cuba, Venezuela, ahí resiste Evo Morales, que es un orgullo para Latinoamérica, país que más creció en estos años. Y ahí resiste Uruguay con el Frente Amplio y sus cuestiones, pero resiste.
Nosotros tenemos que ser capaces de dar vuelta la página. Tenemos un compromiso con los 30000 pero fundamentalmente con los hijos de nuestros compañeros, con nuestros hijos, con las futuras generaciones que es transformar la realidad en este país.
No podemos ni pensar que sigan cuatro años más de este gobierno neoconservador, neoliberal, colonial, represor, autoritario, que lo que busca es quitar derechos a la clase trabajadora. No nos podemos permitirnos eso.
Por eso hay que construir unidad, debemos con inteligencia construir las estrategias que nos permitan terminar con este oprobio que estamos viviendo hoy.
Por eso las grandes luchas que han dado los organismos de DDHH, resaltan mucho más, como la causa de Ford. Que se condene a los genocidas y a los cómplices civiles también en esta etapa es parte del trabajo de las Madres, las Abuelas, organismos de Derechos Humanos y de la pelea que nosotros dimos.
No les vamos a permitir que no haya Justicia en este país, vamos a seguir exigiendo Justicia a los genocidas, a los cómplices civiles. Los vamos a exponer frente a toda la sociedad sin ninguna duda.
Para que suceda esto y terminar con esto, debemos seguir construyendo unidad, lucha y organización.
Me solidarizo con la ex presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, por el ataque que sufrió por la hija, porque estos crápulas, ruines, se meten con los hijos, como se metieron con los 30000 detenidos desaparecidos. No tienen ni límites ni escrúpulos. A los pibes los vamos a defender nosotros.
Tenemos que seguir y convencer a cada uno de los compañeros, no tenemos que enojarnos, debemos militar para terminar con este oprobio en este país este año. No pueden seguir un minuto más. Ésa es la tarea militante. Es el mejor homenaje que le podemos rendir a los 30000 compañeros detenidos desaparecidos.
Y cuando suframos ataques fuertes, muy grandes, campañas de deslegitimación, mentiras, linchamientos mediáticos, amenazas, cuando sintamos que la mochila es muy pesada, miremos a los compañeros detenidos desaparecidos, a sus familias, a las Abuelas, a las Madres, a los Hijos y la mochila se hace mucho más liviana y el compromiso mucho más fuerte para derrotarlos definitivamente y rendirle homenaje a esos compañeros que como Victorio dieron su vida, pusieron el cuerpo para construir un país digno de ser vivido por todas y todos.
Discurso de Hugo Yasky
En primer lugar un enorme gusto y orgullo estar acá, en este espacio que tiene, vinculado a lo que fue el genocidio, la dictadura, una connotación siniestra, trágica, dolorosa para todos nosotros, pero que empezó a cambiar a partir del momento que nuestro pueblo, su resistencia, su lucha empezó a convertir esto en un espacio de recuperación de la memoria, en un espacio de construcción de un presente con militancia juvenil. Los Hijos, las Madres, las Abuelas, ese ejemplo enorme, único en el mundo. Ese ejemplo ético, militante, de la lucha contra aquéllos que oprimen a nuestro pueblo hasta el extremo del salvajismo, ese ejemplo es el que nos posibilitó mantener en alto nuestras banderas.
Hoy estar acá significa que a pesar de todo, seguimos como pueblo, conquistando espacios que tienen que ver con la disputa.
Hoy estar aquí significa haberle arrebatado a ese enemigo, un ámbito, un lugar que ellos pretendían conservar, borrar y esto tiene que ver con nuestra lucha y por supuesto el núcleo de esa lucha es la clase trabajadora, como lo decía el Gringo.
La clase dominante argentina tiene claro que es el enemigo que tiene que tratar de desmembrar, de quebrar, de desunir, de dejar sin derechos, sin leyes y eso es lo que representa el actual gobierno y eso es lo que representó la dictadura genocida y todos los gobiernos que en este país quisieron cumplir con el mandato de los poderosos.
La Argentina tiene una historia, empezó mucho antes de ahora, fueron los anarco sindicalistas, los socialistas, los comunistas, los que trajeron a este país el germen de la insurrección, el germen de las ideas de liberación. Venían acá como deportados. Llegaban acá justamente expulsados de su tierra, no venían a tratar de buscar un lugar para hacerse la América. Eran militantes, luchadores, que habían sido desarraigados y sacados de sus países por la fuerza. Acá sentaron las bases de ese movimiento que fue capaz de escribir páginas gloriosas: la Semana Trágica, la insurrección en la Patagonia, que conocimos como Patagonia Rebelde y el 17 de Octubre del 45, el hecho más extraordinario que vivió la historia de la Argentina, porque es la insurrección popular, la rebelión popular, porque es la rebelión de los trabajadores, de los desposeídos, de los que ni siquiera tenían derecho a mirar a los ojos a sus patrones, porque veníamos de esa época. Y en el momento en que la clase dominante decide captar, capturar, secuestrar, a ése que todavía no era el jefe del peronismo, sencillamente porque el peronismo no existía.
Ayer escuché algo que me pareció extraordinario: “Existió primero el 17 de Octubre. Primero la insurrección popular y luego el peronismo”. El peronismo fue hijo de ese acto de rebeldía. Y eso cambió la historia de la Argentina. Cambió la historia de un país, a partir del cual existió un sujeto colectivo, esa clase trabajadora, que constituyó el corazón de esto. El movimiento social es el corazón del peronismo y dentro del movimiento social, la clase trabajadora organizada, la CGT, los sindicatos, constituyen el alma, el corazón.
Lo digo yo, que represento a la CTA, pero que fui parte de esa historia, parte de esa CGT y creo vamos a volver a ser parte de una sola CGT.
Vamos claramente hacia ese objetivo y no hablo de volver, porque volver sería ir para atrás. Sería volver a la CGT, vamos hacia una CGT que represente nuestros sueños, nuestras luchas, nuestras aspiraciones de liberación, nuestro compromiso con la lucha emancipatoria del pueblo en Argentina y América Latina. Hacia ahí vamos.
Por eso compartimos este estrado con el Gringo. Por eso compartimos con Dorita. Por eso vamos a estar el 4 de abril marchando juntos.
Hay que unir al movimiento obrero.
Pero unir al movimiento obrero para ponerlo en la calle. Unir al movimiento obrero para poner a los dirigentes en el mismo plano de indignación, de lucha, que tienen los trabajadores, porque hoy están faltando los dirigentes que asuman lo que en la clase trabajadora está vivo, está clamando, está gritando. Hace falta estar ahí donde los trabajadores quieren que estemos.
Por supuesto, la clase dominante argentina, los que están especulando hoy con las finanzas, los que nos endeudan, los que prohijan un aparato de inteligencia paralelo, porque eso está pasando hoy, en este país, que conoció lo que son las consecuencias de los aparatos paraestatales paralelos al Estado, porque conocimos la Triple A, la actuación de los organismos de inteligencia por fuera del Estado, hoy, éstos que gobiernan y que se dicen tan republicanos y democráticos, tienen las manos manchadas del barro de ese aparato de inteligencia paralelo y hasta que no rindan en la Justicia, el pueblo no tiene que parar, porque de eso depende que la democracia sea real y no simplemente una ficción que se consolida y se agota en el voto.
Ese es el compromiso que hoy tenemos. Es la lucha integral que tenemos. El enemigo sigue siendo el mismo: la clase dominante, y también hay que decirlo, el imperialismo, el que se expresó en el Braden y Perón, en el Plan Cóndor, en esos militares cipayos que iban a aprender el arte de la tortura y traían acá el germen de lo que fue después el genocidio. Hay que decirlo una y otra vez.
Queremos un pueblo libre y queremos una América Latina libre. Por eso luchamos, por eso lucharon los que nos antecedieron. Desde el compañero Felipe Vallese, primer secuestrado, desaparecido en la Argentina, obrero metalúrgico, pasando por todos los que dejaron su vida. Por eso luchamos y estamos acá. No hacemos memoria mirando por el espejito retrovisor. Rescatamos la memoria para oxigenar los pulmones, fortalecer nuestras convicciones, para demostrar que estamos de pie, hagan lo que hagan los vamos a derrotar.
Fuerza compañeros, fuerza compañeras, y a ganar en octubre que es la manera de derrotarlos.