Por Mariana L. González
20 de mayo de 2024
Este informe busca dar cuenta del deterioro brutal que vienen sufriendo los salarios –como otros ingresos de los trabajadores– desde la asunción del actual gobierno. La disponibilidad de información actualizada nos obliga a concentrarnos en las remuneraciones registradas.
Entre el mes de noviembre de 2023 y abril del año en curso, la capacidad adquisitiva del salario promedio registrado disminuyó en 14,9%.
Dentro del período del actual gobierno, la mayor pérdida se registró en los meses de diciembre y enero, tras la fuerte devaluación la moneda y la aceleración consecuente de los incrementos de precios. En efecto, entre noviembre de 2023 y enero de 2024 la caída real llegó a ser de 21,3%, y alcanzó el 23,8% si el poder de compra se mide en alimentos. En un escenario en el cual no se han vuelto a provocar devaluaciones significativas de la moneda, la profunda recesión ha funcionado como freno parcial para las subas de precios. En ese marco, algunas negociaciones paritarias pudieron recuperar parte de lo que los salarios perdieron en el inicio del nuevo gobierno, lo que se muestra en el promedio como una mínima recuperación relativa.
En este contexto, el salario mínimo, vital y móvil no fue ajustado de modo de revertir o menguar parcialmente las pérdidas salariales. Por el contrario, la caída real en el salario mínimo fue incluso mayor que la del salario promedio, y alcanzaría al 28,8% entre noviembre de 2023 y mayo del año en curso.
Los valores actuales de los salarios registrados resultan sumamente reducidos en una perspectiva de mediano plazo: Si el salario registrado real se compara con el nivel que tenía al final del gobierno de M. Macri, en noviembre de 2019, resulta 24,2% inferior (y 32,1% menor si se mide en alimentos). Si la comparación se realiza respecto del nivel de noviembre de 2015, último mes completo de la presidencia de C. Fernández, resulta casi 40% más bajo.
La caída salarial reciente fue sustantivamente mayor para el sector público, como parte del ajuste dramático en el gasto estatal. Entre noviembre de 2023 y abril del presente año, el salario registrado promedio real del sector público cayó 21,3% mientras que en el sector privado la disminución fue de 11,2%.
Dada la reducción salarial que ya se había acumulado durante el gobierno previo, el salario real del sector público fue en febrero de 2024 29,9% más bajo que en noviembre de 2019 y 20,9% menor en el caso del sector privado. Cuando la comparación se realiza respecto de noviembre de 2015, las pérdidas alcanzan al 46,3% y 36,0%, respectivamente.